En febrero, nos reunimos un grupo de empleados públicos para poner
en común las diferentes iniciativas que se estaban proponiendo, hemos
dado los primeros pasos para organizarnos de una manera más global,
haciendo que esta unión de esfuerzos se convierta en una plataforma
representativa y con capacidad para hacer frente a tanto desmán, con
propuestas en positivo, pero también denunciando todo aquello que
consideremos que se está manipulando o que va en detrimento de los
derechos de todos los ciudadanos.
Razones por las que creemos se deben mantener los servicios públicos:
Razones por las que creemos se deben mantener los servicios públicos:
- Son servicios que se prestan desde la objetividad, al margen de las ideologías o intereses personales, que posibilita que el trabajador no dependa de la persona que le contrata. Alguien contratado, sin garantía de puesto de trabajo permanente, hará lo que su contratante diga, porque quiere mantener el puesto de trabajo. Los empleados públicos son los únicos que pueden garantizar la aplicación de criterios objetivos en la prestación y gestión de servicios.
- No busca el beneficio económico, sino el mejor servicio al ciudadano, ya que la gestión pública no tiene este tipo de intereses, y solo busca la calidad de los servicios. Una empresa o entidad privada, sin embargo, sí enfoca su trabajo hacia estos objetivos, que pueden predominar sobre la calidad del servicio. Son muchos los ejemplos de empresarios que personifican el riesgo de especulación y corrupción.
- Transparencia en la gestión de los servicios públicos, imprescindible para la buena administración de los dineros aportados por los ciudadanos, debiéndose exigir máxima transparencia en la justificación de todos los gastos, y facilidad en el acceso a la información. La administración pública está obligada a esta transparencia, sin embargo, la gestión privada no la garantiza.
- Mejora permanente de los servicios, porque, con la colaboración de todos, siempre serán mejorables los servicios, como así lo desean los ciudadanos que, con sus impuestos, financian los servicios que recibirán. Los países más desarrollados se caracterizan por tener los mejores servicios públicos. La sanidad, educación, la seguridad ciudadana, la prestación de servicios sociales a los colectivos más desfavorecidos, etc., son claros ejemplos de riesgo de privatización y por tanto de degradación, puesto que los políticos y ciudadanos más pudientes no tienen necesidad de los mismos